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Articles by Claire Guthrie Gastañaga
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La Salud y el Bienestar de las Mujeres Trabajadoras: ¿Adónde Vamos?       (English)
Richmond WOMAN, Vol. 2, Issue 10, October 2004, pp. 6 and 10

En junio, tuve el privilegio de pronunciar un discurso ante la Séptima Conferencia Anual sobre la Salud de Mujeres en Virginia que centró en la salud de mujeres trabajadoras, y serví en un panel en la Segunda Conferencia Anual del Gobernador sobre Los No Asegurados de Virginia.  Ambas conferencias eran oportunidades maravillosas para aprender más sobre un tema importante que les interesa a las empresas de Richmond, sus trabajadoras y las familias de ellas—el costo alto de la asistencia sanitaria y la carencia consiguiente de seguro médico razonable.  Mientras que los expertos comparten la misma comprensión del problema, no hay mucho acuerdo sobre la solución.  Sin embargo, lo que es claro es que podemos reducir los costos por prevenir las enfermedades y las heridas que nos hagan necesitar la asistencia sanitaria en el primer lugar.

Las Dimensiones del Problema

La Carencia de Seguro es un Problema Importante para las Mujeres Trabajadoras y Sus Familias:  Aproximadamente 44 millones de personas viven sin seguro médico en los Estados Unidos, y casi tres cuartos de millón de estas personas viven en Virginia.  Según el Director de la Escuela Médica de la Universidad de Virginia, 75% de los residentes de Virginia que no tienen asistencia sanitaria son de familias con al menos una persona que trabaja a tiempo completo, y 60% de los trabajadores sin seguro son empleados de empresas con menos de 50 empleados.

El problema es especialmente grave para mujeres.  Más de un quinto de mujeres con niños que tienen menos de 18 años faltan seguro médico.  Una mitad de madres trabajadoras no se pagan cuando falten trabajo para cuidar un hijo enfermo.  10% de todas las mujeres de edades 18-64 cuidan a familiares que son enfermos o discapacitados; 43% de estas cuidadoras sufren una enfermedad crónica; 25% de las ellas no tienen seguro médico, según “Mujeres, Trabajo y Familia:  El hacer malabarismos,” un informe sobre la Política de la Salud de Mujeres por la Fundación de la Familia de Henry J. Kaiser, abril 2003.

Las empresas y los empleados se acuerdan sobre que el seguro médico sea un beneficio importante.  Según la Sociedad de la Dirección de Recursos Humanos, los empleados sienten que el seguro médico sea el suplemento más importante que el empresario pueda ofrecer.

Las Razones por las que los Trabajadores de Virginia no Tienen Seguro

Cuando se considera en todas partes un asunto tan importante, por qué hay tantos trabajadores de Virginia sin seguro?  Varios factores explican este problema:

  • Costo:  Empresas más pequeñas dicen que no pueden permitirse ofrecer seguro médico como un beneficio.  Por ejemplo, 76% de las mujeres empresarias en la Conferencia del Siglo 21 sobre Mujeres Emprendedoras dijeron que el costo era el obstáculo más grande para proveer beneficios de seguro médico (vea al http://www.dol.gov/21cw/Women_3_18/Conference_Report.htm).

Los aseguradores cobran más dinero por empleado para las empresas pequeñas ofrecer seguro médico que para las empresas grandes.  Las primas de todas las empresas aumentaron por 12.7% en 2002, que presenta un problema para cada empresario sin reparar en el tamaño de la empresa.  A la vez, sin embargo, las primas para las empresas que tienen entre 10 y 500 empleados subieron 18.1%.  Las empresas pequeñas frecuentemente se enfrentan a los cambios más grandes del costo.

El costo alto es también un factor para los empleados.  Aún cuando las empresas ofrezcan seguro médico, todos los empleados elegibles no pueden inscribirse.  Esta situación es la verdad particularmente para los empleados que ganan sueldos bajos y los empleados de empresas pequeñas.  En las empresas con menos de 25 empleados, solo 13% de empleados elegibles que ganan menos de $10 por hora se inscribieron en un plan de seguro, mientras que 42% de los que ganan al menos $10 se inscribieron.  En las empresas con más de 25 empleados, 46% de los empleados que ganan menos de $10 se inscribieron en un plan de asistencia sanitaria en contraste con 79% de los que ganan al menos $10.  (“Los No Asegurados del U.S. y Virginia,” presentación por P. J. Maddox, La Segunda Conferencia Anual del Gobernador sobre los No Asegurados, http:/cnhs.gmu.edu/imv/agenda.html).

Una parte del problema para los empleados es que las primas del seguro médico han subido más rápido que los sueldos.  Mientras las primas subieron casi 13% en 2002, los sueldos subieron solamente 4%.  Ya que la mayoría de los empresarios no ofrecen seguro pagado completamente, la diferencia entre los aumentos de los sueldos y los de las primas causan que el seguro sea cada vez menos razonable aún cuando esté disponible (ld.).

  • La Carencia de Sabiduría:  Otra razón por la que las empresas no ofrecen cobertura medica es la carencia de sabiduría.  Según un estudio de la Fundación de la Familia Kaiser, un tercio de las empresas estudiadas que no ofrecían seguro médico confesaron que no sabían cuánto costaba.  Ellas que dijeron que sabían cuanto costaba sobreestimaron la prima media por $40.

Una mitad de las empresas pequeñas que contestaron a otro estudio dijeron que no sabían que las primas del seguro médico son 100% deducibles de los impuestos.  Más que una mitad creyeron mal que los empleados que compren seguro médico por si mismos pueden  deducir 100% de las primas.

  • Las Complejidades Administrativas y Los Asuntos de Recursos:  Los empresarios de empresas pequeñas no tienen el personal, el tiempo ni los recursos para dirigir la administración de programas de beneficios.  Ellos que ya no tienen acceso a profesionales de recursos humanos están atosigados con el montón de información sobre las opciones de beneficios y desanimados por las regulaciones (ERISA, por ejemplo).

¿Qué están haciendo los políticos para resolver este problema?

¿Mayormente, los políticos están discutiendo sobre lo que se debe hacer y por quién?  Los candidatos presidenciales tienen soluciones conflictivas.  El Presidente George W. Bush apoya la creación de programas de beneficios de asociaciones como una manera para reducir los costos para las empresas pequeñas.  Su competidor John Kerry ofrece devoluciones de créditos fiscales y la entrada en el programa sanitaria del Congreso.  El gobernador teniente Tim Kaine ha creado un comité sobre la empresa pequeña  para estudiar las opciones al nivel estatal.  Él planea presentar legislación a la Asamblea General de Virginia durante la sesión de 2005.  Lo importante es que es posible que no habrá cambios significativos en un futuro cercano en el nivel federal ni estatal que afectarían mucho la accesibilidad al seguro médico ni reduciría los costos de la asistencia sanitaria.

¿Qué podemos hacer?

¿Entonces, qué pueden hacer las mujeres individuales, los empresarios y los líderes de la comunidad para ayudar abordar el costo alto de la asistencia sanitaria y seguro médico mientras que esperamos para los políticos actuar?

Algunas comunidades (sin reparar en el apoyo del estado) ya están buscando otras maneras para proveer acceso de costos más bajos a la asistencia sanitaria para las personas sin seguro.  Un esfuerzo así es el Proyecto Acceso, un programa empezado por médicos en North Carolina que ahora está siendo duplicado en Roanoke y Danville (www.apaonline.org).  Otro modelo alternativo es el Proyecto Sanitario de la Comunidad de Muskogee (www.mchp.org).

Sin embargo, hay una cosa que todos nosotros podemos hacer para reducir los costos de la asistencia sanitaria y consecuentemente aumentar el acceso a seguro.  Podemos trabajar juntos para prevenir las heridas y las enfermedades que causan subir los costos.  Tenemos que hacer decisiones individuales sobre maneras de vivir para nosotras mismas y para nuestras familias y dirigir nuestras empresas (incluyendo los hospitales) seguramente y en una manera que promueva la salud y el bienestar.  También tenemos que adoptar políticas publicas que apoyen inversiones en prevención.

La Organización de Investigaciones sobre el Progreso Sanitario (HERO) señala que la mayoría de las maneras experimentales corrientes para reducir el costo del seguro médico son “...Económicos:  primas subidas para los empleados, los pagos iniciales más altos al medico, la reducción de beneficios, programas de asistencia sanitaria dirigidos por los empleados y cuentas de ahorros para la salud.”  HERO discute que “estas soluciones tienen posibilidades cuestionables para mantener los costos a largo plazo porque el problema es un asunto de salud...en particular, es un problema de la manera escogida de vivir.  La obesidad, el fumar, la condición física inadecuada, la incapacidad de controlar el estrés, la nutrición inadecuada, y semejantes elecciones de maneras de vivir son las razones para 50% a 70% de todas las enfermedades y los problemas médicos,” y consecuentemente, estos factores han llevado al costo alto de la asistencia y del seguro.

La obesidad sola ha llevado mucho a la crisis de los costos de asistencia sanitaria.  Los costos de asistencia sanitaria para una persona que es demasiada obesa son 36% más caro y las medicinas para aquellas personas cuestan 77% más que los costos para las personas que no son obesas.  (Vea al “Cambiando una Crisis de Peso” por Robert Grossman, Periodico HR, marzo 2004).

Según Glenn Gaesser, profesor de fisiología de ejercicios en la Universidad de Virginia y autor de Grandes Mentiras Gordas:  La Verdad sobre Su Peso y Su Salud (Gurze, 2000),  el puro mejorar el estado físico puede reducir el riesgo de enfermedades mayores por 25 – 50%.

El federal Ministerio de Salud y Servicios Humanos (HHS) estima que la promoción sanitaria y los programas de prevención de enfermedad resultan en ahorros medias de $3.14 por cada dólar gastado (Informe HHS 2003, “Prevention Makes Common ‘Cents’”).

La prevención de heridas es menos caro que el corregir los problemas después de que ocurran.  La Asociación Americano de los Ingenieros de Seguridad calcula que por cada dólar invertido en un programa de seguridad y salud, se ahorran entre $4 y $6.

El negocio ha demostrado que el mejorar el bienestar tiene éxito en reducir los costos.  HHS calcula que 80% de oficinas con mas de 50 empleados y casi todos los empresarios con al menos 750 empleados ofrecen programas para mejorar la salud, la mayoría con una parte para obesidad.  El Banco de América hizo un programa de promoción sanitaria para los jubilados.  El programa costó $30 por persona; las reclamaciones al seguro se bajaron un promedio de $164 en contraste con un aumento de $15 para los que no participaron.  Coca Cola declaró ahorros de $500 por año para los empleados inscritos en el programa del estado físico.  Prudential declaró una reducción de los mayores costos médicos del $574 al $312 para cada participante en su programa de bienestar (Directorio de la Promoción Sanitaria al Trabajo, www.jointventure.org).

Es claro que ambos los empresarios y los empleados pueden contribuir a la reducción de los costos de asistencia sanitaria por dedicarse al bienestar y al practicar la prevención.  Cada uno de nosotras como mujeres individuales puede tener un efecto significativo en la crisis del costo de asistencia sanitaria solo por escoger una manera de vivir que es saludable para nosotras mismas y nuestras familias.   (end)

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